miércoles, 30 de septiembre de 2020

 

Boletín -No.FAQ-COMUNI-2020-00001

 

Quito se suma a Festival Mundial de las Aves

 

A partir del próximo 1 de octubre se activa en el Distrito Metropolitano de Quito una amplia agenda de actividades para descubrir más sobre la avifauna.

 

Quito, DM, 29 de septiembre 2020.- Esta propuesta impulsada desde Yaku Parque Museo del Agua, Urban Ornis, Aves y Conservación, Instituto Nacional de Biodiversidad, Aves Quito,  Pajareando Ando, Proyecto Wasi, Motmot Bird & Nature,  Jardines Silvestres, Museo Interactivo de Ciencia, Gonzalo Nazati (ilustrador de naturaleza), Jardín Alado, y Open de Dei tiene como objetivo generar reflexión y diálogo sobre la importancia de la conservación de las aves, tanto en espacios naturales como urbanos.

En este contexto, a través de una variada oferta para el disfrute de niños, jóvenes, adultos, familias, aficionados, entre otros públicos, se propone mediante cada actividad, concientizar sobre las problemáticas ambientales que afectan a las aves y cómo podemos apoyar desde nuestro rol como ciudadano, en casa, en el trabajo, en el barrio, en nuestra comunidad.

Cada año en el mes de octubre, Birdlife International promueve la celebración del Festival Mundial de las Aves desde 1993, en distintos países del mundo, con el objetivo de resaltar el rol que cumplen las aves en el equilibrio de los ecosistemas, así como acercar las aves a la gente creando conciencia de su importancia. En este sentido, y considerando que Quito es una ciudad que alberga y acoge a cientos de especies de aves, es que se decide sumarnos a esta iniciativa mundial, mostrando el compromiso ciudadano con estas mágicas especies.

Charlas, actividades para crear y replicar en casa, talleres, recorridos con grupos pequeños, tour virtual teatralizado son apenas algunas de las alternativas que podrán disfrutar todas las personas, como parte de este Festival que recoge alrededor de 17 eventos gratuitos.

Desde las instituciones organizadoras se extiende una cordial invitación a la ciudadanía para que se sume a esta propuesta, cuyas propuestas  en su mayoría se llevarán a cabo a través de plataformas digitales/virtuales, para lograr una mayor participación y desde la seguridad de sus hogares.

Conozca toda la agenda mensual del Festival Mundial de Aves Quito ingresando al siguiente enlace:  https://issuu.com/susy2432/docs/festival_432517f067ded5

 

Más información:

Comunicación YAKU

Glaucia Mosquera

Telf. 0999669590

comunicacion.yaku@fmcquito.gob.ec

www.yakumuseoagua.gob.ec

Facebook: @ yakuquito

Twitter: @yakuquito

lunes, 25 de mayo de 2020

Las aves, un refugio en tiempos de pandemia


Este mes hace 75 años los holandeses celebraron el final de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, no podemos celebrar la libertad en libertad. Esta vez el enemigo no fueron humanos vecinos, sino una cápsula de proteínas rellena de ARN (ácido ribonucleico, el único material genético de ciertos virus). Pocas personas previeron el impacto que iba tener en el mundo, incluso yo misma. Sería lindo pensar que ahora el mundo dijera: ¨nunca más una pandemia¨, como Europa dijo después de la Guerra Mundial 2: ¨nunca más una guerra¨. Como consecuencia nacieron las Naciones Unidas.
¨Nunca más una pandemia¨, ¿creen que es posible? Las pandemias se relacionan con el nivel de destrucción de la naturaleza, ya que muchos virus tienen su origen en los animales (mamíferos). Destruimos su hábitat, los traficamos, entonces estamos más y más en contacto con ellos, lo que facilita la mutación de un virus que pueda infectar a los humanos. Cuidar el planeta es cuidar nuestra salud. Lastimosamente, con la crisis económica que ya se está llevando a cabo, más gente entra en la pobreza y necesitará obtener recursos naturales para sobrevivir, lo que dificultará la protección de la naturaleza.
Pero, a pesar de todo, he tenido la suerte de vivir la pandemia en un sitio tranquilo. Cada mañana durante estos 70 días he caminado la misma vuelta corta y necesaria con mis perros. He visto el Ilaló misterioso con franjas de nubes y alegre con un sol radiante. He podido contemplar diez diferentes volcanes y montañas incluido los dos Ilinizas, y a veces ninguno. Sin embargo, lo más importante: he conocido mejor a las aves de mi barrio.

Garza Nívea en el reservorio de Guangopolo
Autor: José Luis Paucar
Cada mañana escucho al juvenil del Gavilán Alicastaño gritar desde su conífera. A veces acompaña a un adulto (¿su padre o madre?) hasta que un par de Quilicos los echen de su territorio. Saludo al Pájaro Brujo cuando lo veo, porque no es común verlo todos los días y el color rojo de sus plumas es un deleite para el ojo. Me maravillo siempre con el Halcón Peregrino: en vuelo de alta velocidad sobre nuestra cabeza o planeando junto a 150 Gallinazos Negros. Ahí también están los Pinzones Azafranados, ahora en grupos grandes de hasta 30 individuos adultos y juveniles. Por lo general se llevan bien, ¡pero a veces tienen problemas familiares! He puesto atención a los Gorriones y su variación en cantos. A los Sinsontes con su caras de bandidos pero con su canto encantador. A los Anades Piquiamarillo que parecen ¨hablar¨ entre ellos y que forrajean muy graciosamente con su colita arriba y cabeza en el agua. A los Quindes Herreros que siempre están atentos a intrusos en su territorio. En lugares con la flor introducida Dagua (Leonotis sp.), ¡a cada cinco metros vive un herrero! He notado que los Estrellitas (colibríes muy pequeñitos que parecen a abejorros) son más comunes de lo que pensaba. He descubierto nuevas especies para mi barrio, como el Pinchaflor Enmascarado. He registrado visitantes como la Garza Bueyera, la Garza Nívea, el Pato Andino y la Gaviota Reidora. Lo más bonito fue que he visto crecer a tres preciosos polluelos de la Golondrina Ventriparda.
Gaviota Reidora en el reservorio
Autor: José Luis Paucar
Estas pequeñas caminatas han sido como una medicina. He experimentado diversas emociones durante la cuarentena: dolor por los enfermos y muertos, rabia por la incapacidad de los gobernantes de manejar esta crisis, alegría por pasar más tiempo con mi esposo, ansiedad por saber que mis padres están lejos y no puedo ir a verlos cuando pasa algo y desmotivación por la inseguridad laboral. Pero siempre después de la caminata, me he sentido mucho más tranquila y alegre. No digo que la naturaleza pueda curar el COVID-19 o la depresión. Pero sí es una gran ayuda, y me siento privilegiada de poder ver mi entorno con estos ojos. No digo que dejemos de soñar en lo grande: de viajar, conocer otros países o estudiar una carrera. Sin embargo, a veces la vida puede ser tan simple y maravillosa como ver un pequeño polluelo de golondrina que después de tres semanas y media en el nido, vuela como si nunca hubiera hecho otra cosa. Listo para la aventura de su vida.


Polluelos de Golondrina Ventriparda listos para volar (el tercero ya voló)

Golondrina Ventriparda adulto
Autor: José Luis Paucar


martes, 14 de abril de 2020

Resultados 6to Conteo Navideño de Aves Urbano Quito



El 6to Conteo Navideño de Aves Urbano Quito fue organizado por el Colectivo de Observadores de Aves “Aves Quito”, los días 14, 15 y 16 de diciembre del 2019 con el apoyo del Instituto Nacional de Biodiversidad - INABIO, Laboratorio de Zoología Terrestre de la USFQ, Universidad San Francisco de Quito, Fundación Zoológica del Ecuador, Museo Interactivo de Ciencia, Museo del Agua Yaku, Jardín Botánico Quito, Sendero Ecológico Vicentina, Teleférico de Quito y Policía Metropolitana de Turismo. Este último se realizó dentro de un círculo de 24 km de diámetro de acuerdo a la normativa de la organización estadounidense Audubon Society.

Sus límites fueron: 
-Norte: el Parque Metropolitano Bicentenario (antiguo Aeropuerto de Quito) 
-Sur: el Parque Lineal Santa Clara en Sangolquí
-Oeste: el Parque Metropolitano Huayrapungo en Chilibulo y Teleférico de Quito
-Este: el Cañón del Río Chiche

Adicionalmente se integró al Zoo de Quito, una zona fuera del círculo pero por importancia de especies y cercanía fue integrada al conteo.

Este conteo cubrió una porción significativa de la ciudad capital del Ecuador, incluyendo parques urbanos, reservorios, quebradas y áreas naturales circundantes donde ocurren remanentes de varios hábitats nativos de la zona: bosque y matorral húmedo interandino, matorral seco interandino, bosque de ceja de montaña, y pajonal y matorral de páramo, siendo su punto más alto el Teleférico de Quito a 4100 msnm y el punto más bajo el Cañón del Chiche con 2300 msnm. La diversidad y sinergia entre estos hábitats y ambientes ofrecen hogar para una gran cantidad de especies de aves.

Se determinaron 13 rutas en las que se realizó un censo de 24 horas (desde las 18:00 del sábado 14 de diciembre del 2019 hasta las 18:00 del domingo 15 de diciembre del 2019) obteniendo los siguientes resultados:

Total de especies: 117 especies
Total de individuos: 3445 individuos
Total de participantes: 75 personas
Promedio de especies por ruta: 34 especies

1ra Ruta con mayor cantidad de especies
Ruta 10 “Chorrera” con 51 especies 
2da Ruta con mayor cantidad de especies
Ruta 8 “Cañón del río San Pedro-Reservorio Guangopolo-Parque La Armenia” con 47 especies
3ra Ruta con mayor cantidad de especies
Ruta 1 “Hacienda Rumiloma” con 44 especies

Ruta con mayor cantidad de participantes
Ruta 3 “Parque Guápulo-Vicentina” con 13 participantes

Cinco especies de aves más abundantes
1. Mirlo Grande - Great Thrush (Turdus fuscater) con 318 individuos
2. Tórtola Orejuda - Eared Dove (Zenaida auriculata) con 309 individuos
3. Gorrión - Rufous collared Sparrow (Zonotrichia capensis) con 307 individuos
4. Quinde Herrero - Sparkling Violetear (Colibri coruscans) con 284 individuos
5. Anade Piquiamarillo - Yellow-billed Pintail (Anas georgica) con 203 individuos


Ave más grande
Guarro o Águila Pechinegra - Black chested Buzzard Eagle (Geranoaetus melanoleucus) entre 62-68,5 cm de cabeza a cola y de envergadura 175 cm

Ave más pequeña
Quinde Soldado - White bellied Woodstar (Chaetocercus mulsant) con 7 cm

Colibrí más grande
Colibrí Gigante - Giant Hummingbird (Patagona gigas) con 16 cm

Ave más rara
Jilguero Aliblanco - Lesser Goldfinch (Astragalinus psaltria R)
Gavilán Negro - White-rumped Hawk (Parabuteo leucorrhous R)                                             

Familias con mayor cantidad de especies

Colibríes “Trochilidae” (17 especies)
  1. Aglaeactis cupripennis - Shining Sunbeam
  2. Amazilia tzacatl - Rufous-tailed Hummingbird
  3. Chaetocercus mulsant - White-bellied Woodstar
  4. Chlorostilbon melanorhynchus - Western Emerald
  5. Colibri coruscans - Sparkling Violetear
  6. Ensifera ensifera - Sword-billed Hummingbird
  7. Eriocnemis luciani - Sapphire-vented Puffleg
  8. Lafresnaya lafresnayi - Mountain Velvetbreast
  9. Lesbia nuna - Green-Tailed Trainbearer
  10. Lesbia victoriae - Black-tailed Trainbearer
  11. Metallura tyrianthina - Tyrian Metaltail
  12. Myrtis fanny - Purple-collared Woodstar
  13. Oreotrochilus chimborazo - Ecuadorian Hillstar
  14. Patagona gigas - Giant Hummingbird
  15. Pterophanes cyanopterus - Great Sapphirewing
  16. Ramphomicron microrhynchum - Purple-backed Thornbill
  17. Chalcostigma herrani - Rainbow-bearded Thornbill

Tiránidos “Tyrannidae” (15 especies)
  1. Agriornis montanus - Black-billed Shrike-Tyrant
  2. Anairetes parulus - Tufted Tit-Tyrant
  3. Camptostoma obsoletum - Southern Beardless-Tyrannulet
  4. Contopus fumigatus - Smoke-colored Pewee
  5. Elaenia albiceps - White-crested Elaenia
  6. Mecocerculus leucophrys - White-throated Tyrannulet
  7. Mecocerculus stictopterus - White-banded Tyrannulet
  8. Myiotheretes striaticollis - Streak-throated Bush-Tyrant
  9. Ochthoeca fumicolor - Brown-backed Chat-Tyrant
  10. Ochthoeca rufipectoralis - Rufous-breasted Chat-Tyrant
  11. Pyrocephalus rubinus - Vermilion Flycatcher
  12. Phyllomyias uropygialis - Tawny-rumped Tyrannulet
  13. Sayornis nigricans - Black Phoebe
  14. Tyrannus melancholicus - Tropical Kingbird
  15. Uromyias agilis - Agile Tit-Tyrant


Total aves nocturnas: 
4 especies
2 búhos, 1 lechuza y 1 chotacabras
  1. Strix albitarsis - Rufous banded Owl 
  2. Bubo virginianus - Great-horned Owl
  3. Tyto alba - Barn Owl
  4. Systellura longirostris - Band-Winged Nightjar

Total de migratorias
5 especies
  1. Actitis macularius - Spotted Sandpiper
  2. Anas discors - Blue-Winged Teal
  3. Catharus ustulatus - Swainson’s Thrush
  4. Setophaga fusca - Blackburnian Warbler
  5. Piranga rubra - Summer Tanager

Total rapaces diurnas
11 especies
2 carroñeros, 9 rapaces
  1. Cathartes aura - Turkey Vulture
  2. Coragyps atratus - Black Vulture
  3. Accipiter striatus - Sharp-shinned Hawk
  4. Buteo platypterus - Broad-winged Hawk
  5. Geranoaetus melanoleucus - Black-chested Buzzard-Eagle
  6. Geranoaetus polyosoma - Variable Hawk
  7. Parabuteo leucorrhous - White-rumped Hawk
  8. Parabuteo unicinctus - Harris Hawk
  9. Falco peregrinus - Peregrine Falcon
  10. Falco sparverius - American Kestrel
  11. Phalcoboenus carunculatus - Carunculated Caracara
Es importante obtener más información que nos ayude a tomar decisiones de planificación urbana para permitir que las personas y las aves vivamos en armonía. Los conteos navideños son actividades importantes para conocer y conservar a la avifauna debido a que generan información sobre la diversidad y poblaciones de las aves que habitan en la zona del conteo.

Estos datos se acumulan a lo largo de los años permitiendo establecer cómo van cambiando esas poblaciones de aves y sobre todo, identificar si alguna especie está desapareciendo en la zona del conteo. Más aún, debido a que los conteos cubren varias áreas dentro de una zona, se genera valiosa información para evaluar si hay zonas claves para la conservación de las aves, sea por su sensibilidad o resiliencia. Esto es particularmente importante en términos de un conteo urbano, pues se puede fácilmente identificar especies y zonas dentro y alrededor de la ciudad que necesitan acciones socio-ambientales para su recuperación y conservación.

Para uso de este reporte citar:

6to Conteo Navideño de Aves Urbano Quito, diciembre 2019, Colectivo Aves Quito – Audubon Society.

lunes, 13 de enero de 2020

Mi experiencia en el 6to Conteo Navideño de Aves de Quito

Son las 5:00 de la mañana de un domingo 15 de diciembre del 2019. Suena mi despertador y ni siquiera se me ocurre aplazar la alarma. Me visto con ropa abrigada de colores tierra y zapatos cómodos. En mi mochila llevo mis binoculares, mi cámara de fotos, mi botella reusable llena de agua y algunos sándwiches para más tarde. Es un domingo de diciembre un poco brumoso y frío. Todos los participantes nos reunimos en el punto de encuentro, luego nos dirigimos al Cañón del Río San Pedro donde empezará el 6to Conteo Navideño de Aves de Quito correspondiente a la Ruta 8. Somos tres personas, Erika a quién conocimos el día anterior en el INABIO durante la charla de apertura, Daniel quien es nuestro líder de ruta y yo. Estoy ansiosa por empezar y sumergirme en esta aventura. 

A las 6:00 de la mañana, una vez en el cañón inicio mi lista de aves utilizando la aplicación llamada “e-Bird”, allí registro datos importantes como fecha de inicio, hora, ubicación, clima y altura. ¡Me siento toda una científica ciudadana contribuyendo con mi granito de arena a esta causa! Debo registrar a los individuos de cada especie de ave observada con una gran responsabilidad, ya que con los datos que recopilemos durante este censo, científicos ecuatorianos estudiarán a las poblaciones de aves urbanas de la ciudad de Quito.

Erika y yo, iniciando el conteo en el Cañón del Río San Pedro - Foto por: Daniel Arias.
Cañón del Río San Pedro - Conocoto - Foto por: Daniel Arias.

Un coro matutino nos da la bienvenida y nuestro líder de ruta, Daniel, se apresura a identificar a cada uno de los miembros de esta sinfonía alada. Existe un sonido especial producido por un ave que se escucha tan cercano que empezamos a mirar detalladamente cada arbusto, sin poder encontrarlo. Mientras lo seguimos buscando, Daniel nos muestra en su celular una imagen muy clara del ave que estamos escuchando. La imagen proviene de la aplicación gratuita llamada “Merlin” donde además de existir varias fotografías de esta especie también nos permite escuchar una grabación de su canto. Al hacerlo el ave responde inmediatamente. Siento que pronto vamos a poder verla. Esperamos unos segundos más y nuestra paciencia tiene su recompensa: entre arbustos y casi al nivel del suelo vemos salir al Matorralero Cejigrís (Arremon assimilis). No es necesario sacar mis binoculares, el ave está tan cerca que puedo distinguir sus colores y formas a simple vista. Se parece a un gorrión, tiene una garganta blanca, cejas grises y alas color verde oliva. Es realmente inspirador, estamos completamente conectados con la naturaleza y sorprendidos observando cada detalle de esta hermosa ave.
App Merlin en acción - Foto por: Jennifer Romero.

Matorralero Cejigrís (Arremon assimilis- Foto por: Ronny Matamoros.

Nos despedimos de nuestro primer registro. Seguimos caminando por el cañón, y observamos otras especies de aves como: gallinazos, gorriones, mirlos, colibríes “guerreros” (solo pasaban peleando con sus adversarios), un precioso vaquero brilloso, dos tangaras pechicanelas, las cuales me roban el aliento, son muy hermosas. La lista continua entre pájaros brujos, pirangas rojas y un colaespina de Azara. ¡Guau! Esto es maravilloso.

Quinde Herrero (Colibri coruscans) - Foto por: Jennifer Romero.

Alrededor de las 9:00 de la mañana siento que el tiempo no ha pasado. Es hora de recibir la visita de una participante muy especial, mi sobrina Isabella. Ella tiene apenas 6 años, de hecho, es el día de su cumpleaños y qué mejor regalo que una pajareada urbana con su tía aventurera. Isabella rápidamente se une a nuestro equipo y con la ayuda de un telescopio empieza a observar en detalle a un llamativo Quilico (Falco sparverius). Le pido que me describa en voz alta lo que ella ve: “tamaño parecido a un mirlo, con pico grueso y garras largas” me dice. El ejercicio de describir con la voz al ave que uno ve hace que sea más fácil recordar y conectar con el ave. Luego hicimos lo mismo con una torcaza y un mirlo. Isabella sonríe y disfruta cada segundo, a pesar del sol intenso, está decidida a encontrar más aves.


                                         
Posteriormente nos dirigimos al Reservorio de Guangopolo, un humedal artificial de casi 8  hectáreas de superficie. Allí nos reciben varias especies de patos, golondrinas y muchos pinzones sabaneros azafranados (Sicalis flaveola). Podríamos quedarnos aquí todo el día, es un sitio especial ya que en los últimos años se ha convertido en un refugio para muchas aves residentes e incluso varias especies migratorias las cuales viajan miles de kilómetros desde EE. UU. y Canadá para evitar el frío invierno boreal. Por estas razones es importante que este sitio sea conservado y cuidado. Es hora del almuerzo, recargamos energías, nos despedimos de Erika e Isabella con la promesa de organizar muy pronto una nueva pajareada juntas.

Anade Cariblanco (Anas bahamensis) - Foto por: Jennifer Romero.
Daniel, Isabella,yo y Erika observando patos en el Reservorio de Guangopolo - Foto por: Daniel Arias.
Siendo las 3:00 de la tarde, continuamos con el recorrido, nuestra última parada fue el Parque Metropolitano de La Armenia, entre rayos, truenos y pasos apresurados a causa de una tormenta, fuimos en búsqueda del Carpintero Serrano (Colaptes rivolii). Inicialmente escuchamos a lo lejos su canto, luego lo vimos volar lejanamente, lo perdimos un momento y al fin lo vimos perchado en lo alto de una rama de un viejo pino. Lo vimos exactamente como lo imaginaba: con su peculiar toc-toc subiendo por los troncos de los árboles. Lo observamos durante algunos segundos hasta que la naturaleza con una lluvia torrencial dio por terminado este censo de aves. El hermoso color carmesí de su dorso quedará impreso para siempre en nuestras mentes.

Carpintero Serrano (Colaptes rivolii) - Foto por: Francesco Veronesi.
Una vez terminado el censo llenamos las hojas de registro de especies que serán entregadas al día siguiente a los organizadores de este evento. Los resultados finales serán publicados en el mes de febrero del 2020.

El censo navideño ha finalizado, pero las ganas de seguir pajareando apenas comienzan; esta es la entrada a un nuevo mundo, donde los cantos, los colores y las formas diversas de las aves se entrelazan con sonrisas, nuevos amigos y nuevas rutas por conocer y descubrir.


jueves, 2 de enero de 2020

Conteo Navideño

Primeramente, Aves Quito desea a todos un feliz nuevo año!! 
Para terminar el año 2019, el día 15 de Diciembre Aves Quito organizó el Conteo Navideño urbano de aves. Desde 2015 se lleva a cabo este evento para contar las aves urbanas en diferentes sectores de la ciudad y los valles. Así se puede seguir las poblaciones de las aves quiteñas y saber si están disminuyendo, creciendo o estables. Es un evento de ciencia ciudadana, ya que son voluntarios que cuentan todas las aves en su ruta. 
Mi ruta fue la de Sangolquí; desde el monumento del Choclo por el parque lineal Santa Clara a San Luis Shopping y luego del parque de San Rafael a la Bocatoma, cerca al Puente 9 de la autopista Rumiñahui. De los 10 participantes inscritos, solamente 3 asomaron el día del conteo a las 6 AM. Me imagino que a los otros les costó levantarse tan temprano. 
Empezamos a contar en el parque Santa Clara, un parque pequeño pero lindo a lo largo del Río Santa Clara. Vimos Huiracchuros, Mirlos, Gorriones, Pinchaflores, Pájaros Brujos, Eufonias, y escuchamos a Matorraleros. 
Eufonia Lomidorado macho
Autor: José Paucar
El ave más numerosa de la ruta fue el Quinde Herrero; contamos 90 individuos en un tramo de unos 5 km. Es un ave pequeña pero muy conspicua y fácil de contar porque es muy territorial (por lo general está en un solo lugar) y emite un sonido metálico desde la cima de los árboles. El ave más pequeñita fue una Estrellita Ventriblanca que por suerte detectamos volando, como una abeja, en un Eucalipto. Los Huiracchuros también estaban presentes en grandes cantidades; contamos 30 individuos. En un solo árbol se habían juntado siete de esta ave quiteña tan representativa! También muy bonito fue ver una pareja de Eufonias Lomidorados, por sus colores las ¨estrellas¨ del conteo, que normalmente son  difíciles de ver y solamente los escuchas en lo alto de los arboles. Al medio día llegamos al San Luis, y seguimos nuestra ruta por el Valle de los Chillos en dirección a Capelo. Aquí nos cogió el sol que brillaba muy fuerte y además la gente del Valle pasaba en sus autos con pitos y ruidos, pero continuábamos contando toda ave que escuchábamos o veíamos. A esta hora la mayoría de las aves se había refugiado, entonces pudimos avanzar rápido. Cuando estábamos perdiendo un poco el ánimo, de pronto vi una silueta grande en un árbol seco sobre el Río San Pedro; era un gavilán! Después de tomar fotos y observarlo muy bien, decidimos que podría ser un Gavilán Aliancho, una rapaz migratoria oriundo de Norte América. Posteriormente fue confirmada esta identificación. Llegamos a la Bocatoma cansados pero contentos de haber aprendido mucho y haber contribuido a la ciencia. 
El Gavilán Aliancho
Autor: José Paucar
Juan Guallichico, uno de los participantes y estudiante de la UCE, nos cuenta: ¨El Conteo Navideño de Aves es una actividad educativa muy importante para todo tipo de personas que quieran relacionarse mejor con la observación de aves dentro de la cuidad. Pues permite aprender mejor que tipo de especies frecuentan los alrededores donde viven las personas y como se deben observar y enumerar la variedad de especies, es muy valiosa también en especial para los estudiantes como medio sensibilizador y educativo ya que de esta manera valoraran mejor a las especies de aves que habitan en los espacios verdes urbanos de su ciudad¨.


Julie Watson, líder de ruta en el Sendero Ecológico la Vicentina, nos cuenta sobre su experiencia en esa ruta:
¨Llegamos al punto de encuentro en La Vicentina Baja; solamente 2 personas de la lista (lideres) y 2 amigos, nadie de los 20 inscritos. Sonó un trueno y se abrió el cielo a una tormenta tenaz. Fabio, el coordinador/cuidador del Sendero Ecológico La Vicentina nos llevó a una cueva para escampar. Al cabo de unos minutos nos percatamos que la cueva, en realidad, era un largo y misterioso túnel con agua subterránea corriendo por los lados. Este túnel era bastante peculiar, pues Fabio nos explicó que el mismo había sido construido por los Incas en le época pre-hispánica.
Julie y Fabio en el Túnel pre-hispánico

Cuando la intensidad de la lluvia bajó, salimos del túnel y nos sorprendieron cerca de 20 Huiracchurros mojados disfrutando de un poco de plátano y maíz en uno de los alimentadores. Estuvimos disfrutando de un espectáculo que nos brindaron los Huiracchurros saltando de rama en rama, jugando entre ellos a robarse la comida; cuando de pronto el mismo alimentador fue el punto de encuentro de muchas mas especies de pájaros: un Matorrallero Aliblanca, una Tangara Azul y Amarillo y varios Gorriones y Tórtolas orejuda. 
Huiracchuro macho
autor: Julie Watson

Al terminar la lluvia, pudimos caminar por otros senderos al borde del río Machángara, y tuvimos la suerte de observar una Reinita Crestinegra camuflada en unos arbustos densos. Escuchamos un ´tuit´ que nos hizo regresar la mirada y encontramos a un Torito Chico, y un pequeñito Estrellita Ventriblanca,  chupando el néctar de una flor. Fabio nos mostró varios árboles y frutas que se sembraron en ese lugar unos años atrás para recuperar la flora antigua (nogal, macadamia, aguacate y guaba).

El atardecer nos sorprendió con sus resplendentes colores y el cielo se hizo llamas durante el camino de regreso. Terminamos el día con brillo en nuestros cachetes, eufóricamente felices de la experiencia¨.

En el nuevo año 2020 conoceremos los resultados de todo el conteo en las rutas por todo Quito y sus valles; desde el Ilaló, hasta el parque Metrosur, el Teleférico y el Zoológico Guayllabamba. Además de contribuir a la ciencia, lo más importante fue que muchas personas pudieron acompañarnos por primera vez en la observación de aves. Gracias a todos por levantarse tan temprano un domingo!!