Después del
invierno frío y oscuro la primavera es muy importante en Holanda, mi país de
origen. La primavera significa nueva vida; las hojas vuelven a los árboles y las
flores como los tulipanes dan color a los jardines. También significa luz y
calor después del invierno. Por ello la gente está alegre, sale a pasear a pie
o en bicicleta. El primer día de primavera agradable las terrazas se llenan rápidamente.
La primavera también es la estación de los animales bebés; se puede ver
corderitos corriendo felizmente por las praderas en todo el país. Las aves se
reúnen con su amor de toda la vida o se preparan para encontrar una nueva
pareja. En mayo todas las aves ponen sus huevos, así se dice en Holandés (¡pero
en mi idioma rima!¨In mei leggen alle vogels een ei”). Para ello, los machos buscan
cada mañana un punto alto, como un techo o copa de un árbol, para cantar y así conquistar
a una hembra. ¡Escuchar las canciones de las aves cada mañana te hace sentir
aún más alegre! Los machos también cantan en otoño, después de la reproducción. Sin embargo, se descubrió que en esa época lo hacen simplemente porque disfrutan hacerlo, lo
que se muestra en la producción elevada de opioides (químicos de la auto
recompensa), pero eso es otra historia…
Petirrojo cantando en la primavera |
En los trópicos la época de la reproducción no es tan marcada. Muchas
aves se reproducen a lo largo del año, por eso podemos apreciar su canto casi
todo el tiempo, ¡qué felicidad! Desafortunadamente aún no se sabe lo suficiente
de la reproducción de las aves ecuatorianas, incluso de las especies más
comunes en Quito como gorriones, mirlos, tórtolas o colibríes. Por eso me dediqué
durante el 2018 a monitorear nidos del
Quinde Herrero (Colibri coruscans)
dentro de la ciudad y en los valles. He podido ver de cerca sus huevos, el
nacimiento de los pequeños y su crecimiento hasta su fuga, es decir, cuando dejan
el nido. He visto lo más adentro de sus nidos y las materiales que usan para
hacerlos. No lo hago simplemente por mero gusto, mi meta es compilar datos de
muchos nidos para luego escribir un artículo
científico y así contribuir al conocimiento de la avifauna ecuatoriana.
Mamá Quinde Herrero en su nido |
Aparentemente la hembra de Colibri coruscans es la que se preocupa de la construcción del
nido y la crianza de sus pequeños; como los dos sexos son iguales en apariencia
no lo puedo decir con completa certeza pero se sabe que en otras especies de
colibríes solo la hembra es la encargada de estas dos labores. He observado que
el Quinde Herrero usa en la construcción de sus nidos diversos materiales:
fibras vegetales y artificiales, flores secas del Cepillo, plumas, pelos y semillas. El nido tiene la forma de una
copa no profunda. Nuestro Quinde también es muy versátil en los lugares donde
construye su nido: los he visto en tendederos de ropa, tubos de agua caliente,
rejas de puertas, motores eléctricos de puertas, pero también en arbustos y
árboles de jardines y parques. La madre pone dos huevos, blancos y elípticos
en esa cuna elaborada cuidadosamente. Los huevos solamente miden unos 3
centímetros. Después de catorce días de incubación, en cual la hembra pasa
mucho tiempo encima de los huevos, el primer huevo eclosiona. El otro huevo,
puesto un día después del primero, eclosiona igual un día más tarde. En algunos
casos el polluelo de unos de los huevos nunca nace.
Colibri coruscans de pocos días de nacido |
Cuando nace, el pequeño pichón mide menos de 3 cm y es desnudo como
ratoncito, excepto de algunas plumas en su espalda, que luego desaparecen. Sus
ojitos están cerrados. Los primeros días se queda quieto en el nido mientras su
madre le calienta con su cuerpo, saliendo poco tiempo para buscar comida y
alimentarlo. Probablemente le da en ese tiempo bastantes insectos y poco o nada
de néctar. Con el paso de los días la madre se ausenta más tiempo y el pichón,
ya con sus ojos abiertos, reacciona a su llegada (o cualquier objeto cerca de
su pico) con el pico desesperadamente abierto. Esa reacción desaparece luego,
igual que la madre que ahora viene a alimentarlo solamente cada hora más o
menos. Se supone (basada en otras especies) que en este tiempo le alimenta con menos
proteínas y más néctar.
Después de dos semanas, ya muchas de sus plumas han salido. El dorso y el
vientre son unas de las últimas partes en cubrirse de plumas. Se puede observar
que el polluelo acicala frecuentemente su nuevo traje. Después de tres semanas
el pichón ya es todo un jovencito guapo con plumas cafés que brillan verde en
la luz. La característica mancha púrpura en la cara empieza a aparecer.
Sus plumas han crecido mucho, pero la espalda aún está desnuda |
El polluelo está listo para su primer vuelo! |
Técnicamente podría volar, pero por lo general se queda unos días más esperando
tranquilamente en el nido para prepararse bien para el gran día: su primer
vuelo. Pero, la historia no termina aún, ya que el pichón se queda
aproximadamente un mes más con su madre. Mientras ella busca alimento, él
práctica sus alas en vuelos cortos. Luego también prueba de libar su primera
flor y estará listo para ir en búsqueda de un nuevo territorio y colorear
nuestros jardines con su presencia.
Tal vez hay millones de estas avecillas, pero cada vez es muy emotivo
presenciar como un ser tan pequeño e indefenso crece tan rápido y se convierte
en todo un colibrí: con su pico de colibrí, sus plumas y alas de colibrí, y
toda confianza de ser colibrí y hacer para lo que nació.
El bebé ya puede volar, pero aún se queda con su madre un mes más |
Muchas gracias a Oswaldo Ponce, Héctor Cadena y todas las personas que me han ayudado en el monitoreo de los nidos este año. Si observan un nido de Colibri coruscans
pueden comunicarse con Aves Quito. Si ven un nido de otra especie y están
interesados en monitorearlo, podemos apoyar durante el proceso. ¡Que 2019 nos
traiga mucho más conocimiento sobre las aves quiteñas!