Los
colibríes o quindes son las aves favoritas de cada turista extranjero que visita
Ecuador. Es imposible no enamorarse de estas aves ¨casi sobrenaturales¨, como
las nombró Fernando Ortiz, biólogo pionero ecuatoriano. Ortiz también sugirió
renombrar a América como ¨La Tierra del Colibrí¨ o ¨Colibria¨ pues consideró
América un nombre equivocado, mientras que Colibria ¨conmemoraría a un rasgo único
de América, no compartido con ningún otro continente: solo aquí se dan estas
avecitas minúsculas, vivaces, brillantes, vertiginosas y poéticas¨. Colibríes
están presentes en prácticamente todo el continente, desde el frío Canadá y
Alaska hasta las islas Juan Fernández, a 700 km de la costa de Chile. Además, cada
tribu americana tiene un nombre nativo para estas aves: quinde (kinti) en
Quichua, guanumbi en Guaraní, huitzitzil en Nahuatl, entre otros.
¿Ya
has leído el libro ´Los Colibríes, Historia natural de unas aves casi
sobrenaturales´ de F. Ortiz Crespo? Lo recomiendo para todos interesados en
estas maravillas aladas. A continuación te cuento lo más interesante
sobre los quindes.
El mundo de los colibríes
Sabías
que:
1)
Los colibríes, a pesar de ser pequeñitos, viven un tiempo considerable. Un
individuo de la especie Colibrí Gorgirrubí (Archilochus colubris) vivió
seis años y tres meses y un individuo de
Colibrí Coliancho (Selasphorus platycerus) hasta siete años y un mes. Lamentablemente a causa de la falta
de estudios para determinar su longevidad, aún se desconoce la edad máxima de
muchas especies de colibríes.
2)
Especies que viven en ambientes fríos, como el Estrellita ecuatoriana (Oreotrochilus
chimborazo), bajan durante la noche su metabolismo, su temperatura
corporal, el consumo de oxígeno y el consiguiente gasto energético. Este
proceso se llama torpor o
letargo. De este modo, si un colibrí no ha comido suficiente
durante el día, podrá sobrevivir la noche.
3)
Los quindes no tienen preferencia innata para el color rojo, aun si la
mayoría de las flores que visitan son rojas. Aprenden rápido a
asociar un color con una fuente de alimento en una zona, y consecuentemente tienden a preferir
ese color.
4)
Los colibríes no solo obtienen carbohidratos (glúcidos) del néctar, también lo hacen de otras fuentes. En
Norteamérica se ha visto colibríes tomando savia de árboles desde agujeros
perforados por pájaros carpinteros. Otros registros reportaron colibríes tomando jugo
de uvas o de excreciones azucaradas de insectos Homópteros (cigarras, pulgones
y cochinillas).
5)
Algunas especies de colibríes forman leks: agrupaciones de machos con territorios individuales pequeños adyacentes donde ¨cantan¨ (no es el típico canto de
un paseriforme pero sonidos chirriantes) y ejecutan comportamientos
rituales para atraer y competir por hembras. Los ermitaños como el Phaethornis
superciliosus son especies con estos comportamientos de exhibición
sexual.
6) ¡Es
difícil de creer, pero estas aves minúsculas también migran! La especie Colibrí
de Allen (Selasphorus sasin) se desplaza desde el norte de Estados
Unidos y Canadá hasta California y México, una distancia de aproximadamente
4320 km. Esto representaría que un humano volase hasta la Luna. Increíble, ¿no?
En Ecuador no hay migratorios de largas distancias, pero sí hay registros de especies que migran desde altitudes bajas a altas, o vice versa, en busca de alimentos. Ejemplos son el Zamarrito Pechinegro (Eriocnemis nigrivestis) y el Estrellita Esmeraldeña (Chaetocercus berlepschi), dos especies endémicas y raras.
En Ecuador no hay migratorios de largas distancias, pero sí hay registros de especies que migran desde altitudes bajas a altas, o vice versa, en busca de alimentos. Ejemplos son el Zamarrito Pechinegro (Eriocnemis nigrivestis) y el Estrellita Esmeraldeña (Chaetocercus berlepschi), dos especies endémicas y raras.
Colibríes en Quito
En
todo Ecuador existen 133 especies de colibríes. En Quito, en el Conteo Navideño
del 2017, fueron registradas 14 especies. A continuación te presentaré las más
comunes e interesantes de nuestra ciudad.
El
quinde más común en Quito es Colibri coruscans o Quinde Herrero,
nombre que recibe por su llamado metálico que parece el de un herrero golpeando
metal. Es una especie muy territorial. He monitoreado algunos nidos de esta
especie en Quito y alrededores. Es muy versátil: construye sus nidos incluso en
puertas de departamentos y calefones. Para construir su nido usa fibras
vegetales, flores secas, plumas, musgo, pelos y fibras sintéticas y de arañas. Pone dos hermosos
huevos blancos y los pichones se quedan un poco más de tres semanas en el nido.
Cuando salen del nido, la madre sigue alimentando a sus bebés por unas 2
semanas más.
Quinde Herrero descansando |
Otro colibrí común en Quito es el Quinde Colilarga (Lesbia victoriae). El macho tiene una hermosa cola larga y en la hembra es más corta. Esta especie produce sonidos mecánicos utilizando sus alas y cola. Es bastante común en parques y especialmente en el Jardín Botánico. No es territorial como el Herrero.
Quinde Colilarga hembra |
El Colibrí Picoespada (Ensifera ensifera) es una joya que puedes apreciar en Quito. Es el único colibrí cuyo pico es más largo que su cuerpo. Su flores favoritas son la del Taxo silvestre (Passiflora sp.) y del Guanto (Brugmansia/Datura sp.), sí, justamente esa que te hace volar como un colibrí....Se la puede observar en Yanacocha, Hacienda Rumiloma y de vez en cuando aparece en otros lados.
Colibrí Picoespada |
En vuelo Foto: Daniel Arias |
El Colibrí Gigante (Patagona gigas) es uno de mis favoritos. Cuando lo vi volar por primera vez pensé que era una tórtola por su tamaño y lento batir de alas (solamente 15 batidos por segundo). Y ahora, después de observarlo tantas veces, aún me emociono al verlo volando con sus alas de hada. Su cuerpo grande contrasta con su llamado, un delicado ¨píp¨. Lo puedes encontrar en áreas secas como el valle de Guayllabamba, Tambo Cóndor en la vía al Antisana, pero también en medio de la ciudad, en el barrio Orquídeas y Jardín del Valle. Su flor favorita es la del Penco.
Colibrí Gigante tomando su flor favorita Foto: Héctor Cadena |
Colibrí Gigante Foto: Julie Watson |
En el otro extremo de tamaño está el Estrellita Ventriblanca (Chaetocercus mulsant), un ave enana que también se la puede ver en Quito, especialmente en el valle de Tumbaco. Días atrás, observando aves en una quinta en Tumbaco, vi volar una criatura tan chiquita que primero pensé en algún tipo de insecto. Luego de observarla por unos minutos me di cuenta que era un Estrellita Ventriblanca! Se llama también ¨Quinde bunga¨ porque su vuelo es como el de un abejorro: su batido alar es el más rápido conocido (80 veces por segundo). Este vuelo zumbido podría ser para confundir a los colibríes más grandes y así evitar la competencia y agresión.
Estrellita Ventriblanca hembra |
Disfrutar de colibríes en
jardín o balcón
Si
es en la naturaleza o en tu jardín o patio, hay muchas formas de disfrutar de
estas aves tan especiales, ¡casi sobrenaturales!